viernes, 18 de noviembre de 2011



Los superficiales profundos son individuos que, cuando se ya se han cansado de decir tonterías para parecer graciosos e ingeniosos, o de colgar en su página las fotos del último fin de semana en el que eran tan divertidos, tan borrachos, tan sociables, tan guays y tenían tantos amigos, o de escribir frases absurdas llenas de "emoticons" para demostrar lo desenfadados y alocados que son, cambian de tercio bruscamente y nos sorprenden con un texto aparentemente profundísimo, o una cita de algún autor complicado (y a poder ser un tanto pesimista o "alternativo"), o con un aforismo copiado de alguna parte, cuya idea de este modo predican, pero nunca aplican en su vida diaria. También valen letras de canciones, sobre todo si son de esas que parecen difíciles de entender. Las que tienen un toque de poesía bohemia, a lo Bunbury, son ideales, especialmente si van acompañadas de una foto con el individuo en cuestión tocando la guitarra con cara de concentración mística, aunque apenas sepa tres acordes, o incluso no sepa tocar la guitarra en absoluto.